Sucesos de la historia

Sucesos de la historia

Prehistoria

Los estudios arqueológicos que se han desarrollado en Arrasate han demostrado la existencia de ricos yacimientos en nuestro pueblo. El más destacado es Lezetxiki, de época paleolítica media. Allí se encontró el brazalete de una mujer, el vestigio humano más antiguo que se ha encontrado en el País Vasco. Destaca también Labeko koba, perteneciente al Paleolítico Superior.
 
A ellos se suman otros yacimientos de menor entidad como Oterreta, Lezetxe o Kobatxo.

Edad Media

Arrasate pasó a depender del reino de Castilla en 1200, como consecuencia de la conquista de los territorios occidentales del reino de Navarra (Álava, Bizkaia y Gipuzkoa). Al igual que en toda Europa, los reyes de Castilla crearon villas para asegurar el comercio hasta el mar. Al mismo tiempo, para vigilar la frontera que aún mantenía con el reino independiente de Navarra y hacer frente a la influencia de los banderizos.

Para crear Mondragón, Alfonso X el Sabio entregó la Carta Puebla el 15 de mayo de 1260, en Jaén, en la localidad de San Esteban del Puerto. Según este documento, creado por los reyes navarros, otorgó el Fuero de Vitoria a Arrasate (o Arressate) y cambió su denominación original. Se llamó Mondragón, y Mondragón se separó del valle de Léniz.

En 1353 el Ayuntamiento, Uribarri, Garagartza y la anteiglesia de Gesalibar también se unieron a la villa, y finalmente, en 1966, el barrio de Bedoña se adhirió a Arrasate para completar el territorio actual.

Las luchas tuvieron su reflejo entre los Parientes Mayores, por un lado, y entre ellos y las villas, por otro, en los Muertos, y así (a causa de las disputas entre los oñacinos Guraia y los gamboa Báñez) se produjo un gran incendio en la villa el 23 de junio de 1448; el incendio de Mondragón. En 1450 los arrasatearras derribaron la casa torre de los Guevara de Zalgibar; en 1451 compraron sus terrenos; en 1457 construyeron la carretera Arlaban-Arrasate-Oñati-Legazpi-Beasain y derribaron el castillo de Goikobalu; en 1463, en las Juntas de la Hermandad de Mondragón, las Ordenanzas de Gipuzkoa (Cuaderno Nuevo); en 1464, la muerte de Martín Báñez; en 1480, la presencia del corregidor fue impuesta ininterrumpidamente por los Reyes Católicos. En 1490 se abolieron los bandos de Báñez y Guraiar, y en 1497 entra Léniz en la Hermandad de Gipuzkoa.

Tras los incidentes bélicos antes mencionados, la paz y la riqueza económica imperaron en los siglos siguientes. En lugar de los Parientes Mayores apareció la oligarquía de la trama urbana. Su riqueza se centró cada vez más en el trabajo de su amo.

La Edad Moderna

En los siglos XVI y XVII el pueblo se enriqueció mucho gracias a la siderurgia. La industria armera cobró gran importancia con espadas de acero ("raya") en "masuqueras" en las ferrerías que se abastecía de mineral de hierro de Udalatx. El acero local fue muy popular internacionalmente.

En esos siglos aparecieron personajes de renombre como Garibai, Barrutia, los Oquendo y otros. Fue un desarrollo urbano en el que se construyeron edificios significativos como el Ayuntamiento, la iglesia de San Francisco, el palacio de Monterrón, el palacio de Báñez Artazubiaga, el palacio de Andikano Zelaa y el palacio de Oquendo.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX tuvieron su reflejo las guerras entre España y Francia como consecuencia de la guerra de convenciones. Diputación a Guerra se constituyó en Mondragón, tras la convocatoria a los pueblos libres de Gipuzkoa.

La Edad Contemporánea

Pero en el siglo XIX las guerras importantes fueron las guerras carlistas, la 1ª guerra (1833-1837) y la 2ª guerra (1865-1876), que provocaron la pérdida de los Fueros en 1876.

A finales del siglo XIX, Mondragoe fue testigo de otro acontecimiento histórico de gran importancia, el asesinato de Antonio Cánovas del Castillo (jefe del Gobierno español) por el anarquista Angiolillo en el balneario de Gesalibar, el 8 de agosto de 1897.

A principios del siglo XX (en 1902), la Escuela Viteri, impulsada por Pedro Viteri Arana, laica y gratuita, inició su andadura en Arrasate y construyó sendos colegios en nueve localidades guipuzcoanas. Dos profesores de las escuelas Biteri, Félix Arano y Teresa García, realizaron un trabajo muy innovador, con una metodología docente